sábado, 28 de agosto de 2010

Hoy es uno de esos días en que tengo ganas de escribir y no sé muy bien sobre qué. Voy a hacerlo, entonces. Lo más probable es que salga una mezcla de pensamientos bastante ilógica. Asumo el reto. Así soy yo: ilógica. Y me la banco.
Soy un día de lluvia en que termina asomando el sol o viceversa. Sí, tengo cambios repentinos de humor. Paso de la euforia al bajón. Aunque últimamente paso mucho tiempo sonriendo. Puede que haya aprendido a disfrutar las pequeñas cosas de la vida, a tomar cada momento como un desafío, a mirar con los ojos del alma o simplemente que cuando uno realiza el gesto de la sonrisa libera endorfinas (la hormona del bienestar) y eso genera un estado "feliz" casi inmediato.
Puedo brindarte muchos datos inútiles, es cierto. Eso es porque leo. Y aprendo. Me gusta ser una persona que puede hablarte un poco de casi todo. Me gusta la cultura en sí. La ignorancia no me va, no es lo mío. Los ignorantes tampoco. No me agrada el que habla sin saber, sin tener mínimos conocimientos sobre un tema.. aunque a veces lo haga.
Tampoco me gustan las tormentas, como la que está por desatarse en Rosario. Por eso me voy. Durmiendo es como huyo de mis miedos, problemas y fantasmas. Por suerte no soy insomne, sería una pesadilla.
Me retiro con una pequeña reflexión: Es más fácil hablar quejándonos de cosas "inmodificables" que trabajar para cambiar nuestra pobre forma de percibir la realidad.